Por José Iván Díaz
El Estado dominicano cuenta con la ley general de Educación número 66-97, que cuenta con 228 articulos, cuyos principios estan ubicados en el articulo 4, que abarca desde la letra a hasta la letra ñ. Principios que a simple vista podrían ser liberales, pero cuando lees la letra "e" te das cuenta que "...todo el sistema educativo dominicano se fundamenta
en los principios cristianos evidenciados por el libro del Evangelio
que aparece en el Escudo Nacional y en el lema "Dios, Patria y
Libertad"...", es decir que el derecho a la educación no solo está contenido en la señalada norma, sino que la Biblia Cristiana es tambien impuesta al individuo que adquiere la nacionalidad dominicana como obligación de pleno derecho, creando un contradición con el principio contenido en la letra "c", que señala que "...la educación estará basada en el respeto a la
vida, el respeto a los derechos fundamentales de la persona, al
principio de convivencia democrática y a la búsqueda de la verdad y la
solidaridad...". Si hay libertad de culto, ¿el Estado puede imponerme una religión por ley? Es evidente que la respuesta es que no, esto crea violencia de Estado contra el individuo, quien tiene todo el derecho de recibir una educación digna y a vivir una vida sin violencia o rechasar ese paradigma cuando le perjudique, pero ante todo exijir que se reforme la norma en cuestión.
Otra contradicción manifiesta en la analizada "norma", es que la letra "a" dice que "...la educación es un derecho permanente e
irrenunciable del ser humano. Para hacer efectivo su cumplimiento, cada
persona tiene derecho a una educación integral que le permita el
desarrollo de su propia individualidad y la realización de una actividad
socialmente útil; adecuada a su vocación y dentro de las exigencias del
interés nacional o local, sin ningún tipo de discriminación por razón
de raza, de sexo, de credo, de posición económica y social o de
cualquiera otra naturaleza...". Es evidente que la educación como servicio gubernamental esta siendo condicionada al interes nacional. Esto podría ser una variable que explicaría el fenomeno de la debilidad educativa a nivel público que tiene nuestro país, que motivan a una reforma educativa que debe ser hacha de inmediato por las autoridades, que es parte de las prioridades de supraestructura: cuando la herramienta se oxida o está defectuosa se cambia, porque de no hacerlo se convierte en un problema para el cambio social.
Otro principio de esa ley general es el "g": "...La familia, primera responsable de la educación de
sus hijos, tiene el deber y el derecho de educarlos. Libremente,
decidirá el tipo y la forma de educación que desea para sus hijos...". Entiendo que es un extremismo dentro de la ley, porque el Estado está evadiendo su responsabilidad como organo social de control superior cuando le otorga ese derecho a la autoridad familiar, con tanta liberalidad, hecho jurídico que a largo plazo podría convertirse en un motor de violencia intrafamiliar y abusos contra menores, ya que el niño o la niña tiene derecho a pensar como lo hacen sus padres y hasta rechazar la "fe" impuesta por sus ellos en cualquier momento: ellos tienen derecho a vivir una vida sin violencia y rechazar hasta la moral impuesta por sus padres, que querran imponerla haciendo uso de la violencia.
El principio "i" ratifica el principio "e" cuando señala que "...La educación dominicna se fundamenta en los
valores cristianos, éticos, estéticos, comunitarios, patrióticos,
participativos y democráticos en la perspectiva de armonizar las
necesidades colectivas con las individuales...". Cuando se pone un valor por encima de otro en una sociedad democratica y socal de derecho, lo que se crea es una tiranía ideologica, contaminada por el ocurantismo religioso medieval. Es aquí donde todo libre pensador se hace esta pregunta: ¿existe una verdadera educación libre en República Dominicana conforme señala la letra "k" de la analizada ley?
Para culminar con la critica de los principios de la ley de educación, no se puede quedar el fuera el principio "n", que viene siendo la oveja negra de todos los principios antes enunciados, el cúal dice que "...la educación utilizará el saber popular como una
fuente de aprendizaje y como vehículo para la formación de acciones
organizativas, educativas y sociales, y lo articulará con el saber
científico y tecnológico para producir una cultura apropiada al
desarrollo a escala humana. El eje para elaboración de estrategias,
políticas, planes, programas y proyectos en el área educativa será la
comunidad y su desarrollo...". En esta caso hay que hacer un parentesis, ya que este principio se convierte en una bomba provocadora de un cambio sustancial de la normativa estudiada.
El brasileño Eduardo Lopes Da Sirva señala en su ensayo Una reflexión sobre el saber popular y su legitimación, que "...los saberes adquiridos al margen de la escuela, es especialmente los que tienen su origen en las clases populares, son considerados por el discurso dominante como saberes que no sirven para nada, por no tener una base científica. Ese discurso es preconcebido y constituye un silenciador de los saberes que laclase popular joven y adulta ha construido a lo largode sus historias y experiencias de vida...; que "...la educación popular es una pedagogía que se sustenta en la realidad de la vida de los individuos, en sus condiciones sociales, y su objetivo es, entre otras cosas, contribuir a la formación ciudadana activa de los individuos. Para esta pedagogía, la realidad es una verdadera fuente de conocimiento que no se puede simplificar y que no está al margen de las realidades socioeconómicas, culturales y políticas. Como aseguraba Freire, el rigor y la exactitud de la realidad surgen también del sentido común de las masas populares y del grado de percepción que los educandos tengan de esa realidad...". Sentencia que "...no hay saberes superiores y que en una "ecología de saberes", debe haber un diologo, y que "...debemos reconocer que los saberes populares contribuyen a una forma de resistencia antela cultura dominante, a la valoración de las identidades especificas de cada pueblo. O sea, a la preservación de la cultura que proviene del medio popular...".
Sin dejar a un lado los demas principios de la ley general de educación 66-97, la cultura imperante multiplicada por el sector ultraconservador dirigido por el sector religioso representado por el Episcopado Catolico y las iglesias protestantes(parasitos econimicos), son los verdaderos educadores de nuestros hijos, no la familia como nos han enseñado desde las misas o catecismos o ritos, que solo sirven para multilplicar los valores religiosos, acto que va en detrimiento de uan sociedad democratica y social de Derecho y ante todo de la mente del individuo que es victima de un adoctrinamiento forzoso. En este aspecto, hay que revisar y re-pensar el sistema educativo, el cúal esta fundamentado en reglas fundamentalistas. Esa no es la educación que quisiera para mis hijos o hijas, ya que deseo que mis niños sean en un futuro individuos pensantes y responsables no parasitos mentales o dictadores del saber.
En este analisis legal se evidencia que el Estado dominicano ha legitimado el saber religioso por encima del saber cientifico y popular, imponiendo valores que en un país libre son contradictorios con un el Estado Democratico y social de Derecho que señala la Constitución, lo que produce personas sin ego, esclavos de un código moral no elegido, sin espiritu crítico objetivo, consumistas inconscientes.
A partir de una reforma a la ley de educación podemos hablar a futuro que hay posibilidad de una educación inclusiva, respetuosa de los derechos fundamentales y convencionales, esto incluye el derecho a una educación sexual cientifica e integral y oportuna, pero desde las escuelas y luego multiplicada en la familia y las demas instituciones sociales.
Educar es liberar, pero de forma racional y objetiva.
VISIÓN LEGAL-RD 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario